Viajeros que hablan de viajes, rememoran, sienten nostalgia, un vacío en el pecho un dejo de las artes de la comunicación entra al terreno de la narración Boston, New York, Brooklyn y una joven que lleva de sobrenombre el nombre de una ciudad inglesa. Hay tristeza sin fin, nostalgia y melancolía que saben juntarse de manera taladrante.
Hay un mundo cerrado y otro en expansión. De lo amplio del universo se pasa de una cantata al universo a un verso al cortejo y a la incertidumbre de una narración masculina ahora a una femenina. Me gusta la diversidad y la complejidad, la vida tiene un perfil cínico. La siguiente pasajera de este viaje de muchos espectros, trae al banquillo de las narraciones, a una mujer que nos sabe llevar por un amor bonito, pero que en un momento dado dejará de serlo a veces los más incrédulos e incrédulas no dan certificación a historias que podrán ser inverosímiles. Año terrible de la pandemia en sus primeros doce meses. La muerte tiene permiso.